7 Cosas Importantes Que Los Niños Hacen Mejor Que Los Adultos

Como adultos, creemos que una parte esencial de madurar es dejar de comportarnos como niños. Sin embargo, los niños tienen razón sobre algunas cosas importantes.

“Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.”

Antoine de Saint-Exupéry, “El Principito”

¿Cuál es la cosa más aterradora que has hecho en tu vida? ¿Hablaste en público? ¿Sobreviviste a un viaje en moto en Tailandia? ¿Dijiste a tu suegra que el plan de quedarse 7 semanas en tu casa era un poco demasiado tiempo?

Por cierto, si elegiste hablar en público, no estás solo:

“Según la mayoría de los estudios, el temor número uno de las personas es hablar en público. El número dos es la muerte. La muerte es la número dos.

¿Eso suena bien? Esto significa que para la persona promedio, si vas a un funeral, estás mejor en el ataúd que haciendo el elogio.”

Jerry Seinfeld

Permíteme contarte la experiencia que más miedo me da. Es dar una clase de artes marciales a un grupo de niños de 3 años. ¡Claro que me da miedo hablar en público! Pero mejor eso que estar delante de un grupo de acaban-de-despertar-de-una-siesta-malhumorados-y-a-punto-de-berrear niños pequeños.

Es que se sabe que en cuanto un niño empieza a berrear, se propaga rápidamente a todos, como si fuera un tipo de Virus del Chillido. Y a diferencia del coronavirus, la distanciamiento social no ayuda a prevenir el contagio.

Y si esto fuera poco, ¡hay un auditorio de padres y niñeros alrededor mirando el espectáculo! Ufff, estoy empezando a sudar con el pensamiento.

A pesar de los nervios, me encanta enseñar a los niños. Ellos son increíbles y después de cada clase, tengo un sentido profundo de gratitud por (i) haber sobrevivido a otra rondo del Virus del Chillido, y (ii) haberme divertido tanto.

Algo sorprendente acerca de la enseñanza es cuánto aprendes tú de ella. Una cosa es saber (o pensar que sabes) cómo hacer algo, otra cosa muy distinta es explicar a alguien cómo hacerlo. Particularmente si ese alguien está mucho más interesado en regresar a casa a ver Dora La Exploradora.

Hoy quiero compartir algunas cosas que los niños me han enseñado a mí. Son cosas importantes que como adultos, a menudo hemos olvidado o pasado por alto.

Lo Que Los Niños Nos Pueden Enseñar

1) No pienses tanto, hazlo

Dile a un niño que gire sobre su cabeza 3 veces y luego ejecute un volteo hacia atrás y él va a intentarlo. En serio. Un adulto te diría que estás loco.

Pero cuando uno intenta algo sin pensar, descubrirá sus límites sin prejuicios.

Los adultos muchas veces se desaniman de algo sin ni siquiera intentarlo (“No seré capaz de hacer esto!”). ¿Por qué no intentas primero? A lo mejor te sorprenderás a ti mismo.

2) Sé curioso y ten afán de aprender

Los niños son muy curiosos y les gusta mucho aprender. Ellos naturalmente tienen La Mente de Principiante (“Beginner’s Mind”) – es decir, no tienen ideas preconcebidas sobre cómo debería ser el proceso. Sólo quieren aprender y disfrutan mucho de aprender.

Esto es una práctica buenísima para los adultos. Demasiadas veces empezamos el proceso de aprender y al poco tiempo, nos frustramos porque esperábamos que el proceso sería más rápido o fácil. En vez de esto, deberíamos disfrutar de aprender sin tantas expectativas.

Los niños también son muy curiosos. No temen hacer preguntas – al contrario, les encanta preguntar sobre todo tipo de cosas incómodas y difíciles de contestar. Preguntar es su manera de aprender, por eso tenemos que tener cuidado con las repuestas. Los niños nos enseñan a ser más curiosos y hacer preguntas, así como a pensar bien antes de responder.

3) Cometer errores no es algo malo

Dile a un niño en tono tranquilo que “No lo hagas así, hazlo así” y generalmente, ellos simplemente intentarán hacerlo más correctamente.

Es decir, ellos normalmente no se paran a pensar “Oh no.. he cometido un error!! ¡Qué vergüenza y frustración!” Nosotros los adultos somos los que hemos aprendido (y enseñado) las emociones negativas relacionadas con los errores.

A menudo pasamos demasiado tiempo pensando en nuestros errores, en vez de aprender de ellos y seguir adelante.

4) Los límites son buenos

No voy a dar consejos de la crianza de los hijos por aquí, pero en mi experiencia, los niños siempre responden bien a los límites.

Aunque algunos niños quieren probar los límites (y saltarlos por encima si no se los hacen cumplir), los límites establecen estabilidad y predictibilidad. Esto permite que los niños puedan aprender y expresarse en un ambiente seguro.

Como adultos, tener nuestros límites acerca de cómo nos comportamos y cómo permitimos que los demás nos traten también es algo muy saludable. Los límites protegen nuestro espacio personal y permiten que podamos sentirnos más seguros en nuestras interacciones sociales.

5) Reconoce tus emociones

Sí, ese niño que está gritando está reconociendo sus emociones, por supuesto (¡ya basta con el reconocimiento!). Sin embargo, los adultos a menudo nos situamos en el otro extremo – solemos controlar nuestras emociones hasta el punto en el que ya ni siquiera las reconocemos.

El problema con ignorar nuestras emociones es que a menudo significa que estamos ignorando los problemas que son las causas de estas emociones. Además, reprimir las emociones, en vez de enfrentarlas, a menudo da como resultado más estrés y hábitos de respuesta pocos saludables (por ejemplo el beber nueve cervezas antes de poder dormir).

6) Disfruta del momento presente

“Mientras tratamos de enseñar a nuestros hijos todo acerca de la vida, nuestros hijos nos enseñan de qué trata la vida.”

Angela Schwindt

A los niños les encanta divertirse. ¿Cual es el juego favorito del que nunca se cansan? ¡Pilla-pilla! ¡Correr y tocarse! Por el contrario, como adultos a menudo estamos tan acostumbrados a ser serios y estar preocupados por el futuro que olvidamos divertirnos.

Con “divertirnos” no me refiero a cuando sales por la noche y bebes 7 cervezas con tus amigos mientras te quejas de tu trabajo / pareja / vida romántica (la versión adulta de “divertirse”).

Deberíamos aprender a divertirnos con cosas sencillas y ligeras. Por ejemplo, bailar en tu sala llevando sólo una camisa y los calcetines como Tom Cruise en “Risky Business”. Juega pilla pilla. Pilla-pilla strip (pero asegúrate de que los niños estén en la cama primero).

7) Amar Libremente

Los niños viven con el corazón abierto. Ellos dan y reciben amor sin condiciones. Es algo hermoso de ver.

Sí, claro. No han experimentado tener el corazón roto y aplastado por las citas de Tinder. Pero el hecho de que como adultos nos resulte más difícil abrirnos al amor no significa que dependamos menos de él.

Aunque necesitamos encontrar formas maduras de amar, los niños nos recuerdan que mantener nuestros corazones abiertos al amor es necesario para encontrar la alegría.

Ser Adulto No Significa Que No Debamos Ser Niño A Veces

Siempre me impresiona cómo de listos, observantes y sensibles son los niños. Ellos asimilan TODO (como saben los padres que han soltado una palabrota dentro del alcance del oído de su hijo precioso).

Esto significa que mientras crecen, los niños aprenden muchas cosas indirectamente – incluyendo dudar de sí mismos, estar frustrado por cometer errores, reprimir las emociones y olvidarse de divertirse. ¡Bienvenidos a la adultez!

Entonces, mientras sigues siendo el adulto responsable y maduro que eres, busca tiempo para reconectar con tu niño interior (y si tienes un niño de verdad, idos a jugar juntos). Y acuérdate de algunas de las cosas increíbles de ser niño que pueden perderse en el viaje a la adultez. Disfrútalo.

“En cada hombre [y mujer]* real se esconde un niño que quiere jugar.”

Friedrich Nietzsche

* Lo puesto yo. Creo que a Friedrich no le hubiera importado.

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